Foto: Europa Press


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó hoy su última jornada completa en la Casa Blanca con una larga lista de indultos bajo el brazo, horas antes de borrarse de la toma de posesión de su sucesor, el demócrata Joe Biden, y partir hacia su retiro en Florida.

Trump emitió una serie de órdenes de última hora el lunes, principalmente el levantamiento de las prohibiciones de viajes impuestas debido al coronavirus en la mayor parte de Europa y Brasil.

Según la orden del aún presidente, las fronteras deben reabrirse a partir del 26 de enero, casi una semana después de dejar el cargo.

Casi de inmediato, la portavoz de Biden, Jen Psaki, dijo que la medida no se mantendría.

Según la CNN y otros medios estadounidenses, Trump tiene una lista de unas 100 personas a las que indultará.

Se espera que en la lista figuren, según informó el diario The New York Times, una mezcla de criminales de cuello blanco y personas cuyos casos han sido defendidos por activistas de la justicia.

Los indultos más controvertidos que se barajan son para personas como Edward Snowden, Julian Assange y Stephen Bannon, el influyente asesor de Trump.

Si Trump llegara indultarse a sí mismo o a su familia, algo que no se espera que suceda, según las últimas informaciones de medios locales, es probable que crezca la ira entre los republicanos que lo apoyaron en el primer "impeachmente" en el Senado, donde en breve volverán a votar en un nuevo juicio político contra el presidente.

En silencio.

Trump se ha mantenido en silencio mientras el reloj avanza hacia su partida a una nueva vida en su residencia del club de golf Mar-a-Lago, en Palm Beach.

Desde que Twitter lo vetó por sus constantes mensajes incendiarios y de desinformación, el mandatario ha dejado prácticamente de comunicarse con los ciudadanos.

Todavía tiene que felicitar a Biden o invitarlo a la tradicional taza de té previa a la inauguración en la Oficina Oval.

En cambio, Trump ha pasado estas últimas jornadas reuniéndose con un círculo cada vez más exiguo de leales que lo respaldaron durante dos meses en su esfuerzo inútil de anular los resultados de las elecciones de noviembre.

Ese esfuerzo culminó el 6 de enero con Trump alentando a una multitud a marchar hacia el Congreso.

Después de que la multitud rompiera la barrera policial, golpeara a un policía que murió horas después y causara daños en el interior del edificio del Capitolio, la Cámara de Representantes abrió un nuevo juicio político contra Trump, el segundo en un solo mandato, lo que nunca había sucedido antes.

Despedida.

El Marine One lo llevará de la Casa Blanca a la Base Conjunta Andrews para tomar el Air Force One, el avión presidencial que, a partir del mediodía, ya no podrá usar.

Según una información de Bloomberg, Trump está organizando una despedida militar para sí mismo en Andrews a la que asistirá una multitud de invitados.